La Historia No Contada de las Islas de San Andrés
La escritora del equipo, Angieet, habla sobre el valor de establecer conexiones locales al viajar.
Artículo: Angieet
Ilustraciones: Hanna Ramírez
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La etnia indígena "raizal" tiene una historia de 400 años en el archipiélago de San Andrés. Hoy en día, sus descendientes, que ahora tienen herencia indígena, europea y africana, tienen su propia influencia lingüística y espiritual en la comunidad. La música y la danza han sido las expresiones culturales que más han contribuido al carácter de la isla. La población disfruta de géneros como polka, mazurka, vals, cuadrilla y schottische. Los sonidos de la guitarra, la bandola, el acordeón, las maracas y ocasionalmente el violín no son infrecuentes mientras exploras la isla.
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"Pero luego, de la nada, comenzaron a construirse casas, y los campos de algodón y naranjos empezaron a desaparecer".
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"No recuerdo exactamente qué hora era, pero lo que sí recuerdo es que todos estábamos en casa cuando de repente comenzamos a escuchar vientos muy fuertes. Teníamos mucho miedo, pero logramos mantener la calma. El techo de la casa al otro lado de la calle salió volando. Parte de la pared de la casa colapsó porque la pared que daba al mar la golpeó con gran fuerza, creando un agujero. Fue una noche difícil para todos nosotros, pero siempre confiamos en Dios. Recuerdo que al día siguiente no pude abrir la puerta de mi casa debido a toda la arena que se había acumulado en la entrada. Con la ayuda de algunos vecinos, logré salir. Estoy muy agradecida de que nadie en mi familia resultara herido".